Bernardino Celià Colom

El Lenguaje del Paisaje

Bernardino Celiá 1921-1985 Nació en Sóller y desde muy joven supo que su vida sería pintar. En sus telas capturó la belleza salvaje e inexplorada de Mallorca tal
como esta era a mediados del siglo XX. Una Mallorca que había permanecido sin apenas cambios en su aspecto y costumbres durante cientos de años. Un paisaje que Celiá conocía íntimamente y que pintó sin cesar. Autodidacta, espontáneo y disciplinado gozó de una aceptación y éxito inmediato ya en su primera exposición en 1947 y se convirtió en un artista ampliamente admirado y reconocido. Vivió intensamente las 24 horas del día, era un ameno narrador de historias, gastrónomo,
buen anfitrión, bon vivant, generoso y sobre todo un buen compañero para sus amigos. Su estudio en Sóller fue un espacio de trabajo y de reuniones, un espacio social. Gran parte de su obra se realizó en la Sierra de Tramontana, un paisaje que presenta montañas, barrancos, torrentes, tierras de trabajo y amplios espacios abiertos. Los paisajes de Celiá reflejan una fusión entre el hombre y la naturaleza, la bravura y el sosiego de una Mallorca en sus últimas décadas de sencillez.

Carmen Celià

Bernardino Celià Colom

El Lenguaje del Paisaje

Bernardino Celiá 1921-1985 Nació en Sóller y desde muy joven supo que su vida
sería pintar. En sus telas capturó la belleza salvaje e inexplorada de Mallorca tal
como esta era a mediados del siglo XX. Una Mallorca que había permanecido sin
apenas cambios en su aspecto y costumbres durante cientos de años. Un paisaje que Celiá conocía íntimamente y que pintó sin cesar. Autodidacta, espontáneo y disciplinado gozó de una aceptación y éxito inmediato ya en su primera exposición en 1947 y se convirtió en un artista ampliamente admirado y reconocido. Vivió intensamente las 24 horas del día, era un ameno narrador de historias, gastrónomo, buen anfitrión, bon vivant, generoso y sobre todo un buen compañero para sus amigos. Su estudio en Sóller fue un espacio de trabajo y de reuniones, un espacio social. Gran parte de su obra se realizó en la Sierra de Tramontana, un paisaje que presenta montañas, barrancos, torrentes, tierras de trabajo y amplios espacios abiertos. Los paisajes de Celiá reflejan una fusión entre el hombre y la naturaleza, la bravura y el sosiego de una Mallorca en sus últimas décadas de sencillez.

Carmen Celià