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La Colección Kairoi Art
La COLECCIÓN KAIROI ART es una colección de pintura mallorquina, principalmente figurativa, integrada por obra de pintores locales, y también de artistas foráneos llegados a las islas, algunos de ellos de renombre internacional, que a lo largo del siglo XX han pintado en nuestras islas, y nos han dejado su inmenso legado artístico. La Colección, actualmente integrada por 125 obras, nace en el contexto de la crisis social y económica iniciada durante el año 2008, la denominada Gran Recesión, a partir de un pequeño legado pictórico que deja el difunto Gaspar Sabater Rosselló (Esporles, Mallorca 1927-2015) y que ha ido ampliándose progresivamente mediante sucesivas adquisiciones.
La colección KAIROI ART, pretende ser una realidad viva, y abierta al público. Es fundamentalmente una realidad en construcción y en plena evolución, que no pretende abarcar el gran número de pintores y artistas que a lo largo del los siglos XIX y XX han pintado en las Islas Baleares; pero que no obstante, nace con el propósito de crecer e ir incorporando obra progresivamente, con el objetivo de convertirse en un referente, y sobre todo, en una colección representativa, al mismo tiempo que selectiva, de la pintura hecha en Baleares durante los dos últimos siglos.
La Colección, quiere ser también un homenaje, en primer lugar, a todas aquellas personas que no han podido elegir la vida que querían vivir; que víctimas de sus circunstancias personales, sociales y económicas, se han visto obligadas a vivir una vida que no pudieron elegir, y que en definitiva, no era la suya. En segundo lugar, quiere ser un homenaje a la belleza de nuestras islas, el testimonio de la cual ha quedado inmortalizado a través de la obra de los numerosos pintores, algunos renombrados, otros casi anónimos, que a lo largo de los siglos XIX y XX recalaron en las islas atraídos por su paisaje, y encontraron en nuestras islas tres elementos esenciales: la belleza de una naturaleza exuberante, la hospitalidad de una sociedad, y la libertad para poder crear. Gracias a todo ello, nos han dejado un inmenso patrimonio artístico, auténtico tesoro, el cual tenemos la obligación y el deber moral de salvaguardar, promover y transmitir a las generaciones futuras.
La COLECCIÓN KAIROI ART es una colección de pintura mallorquina, principalmente figurativa, integrada por obra de pintores locales, y también de artistas foráneos llegados a las islas, algunos de ellos de renombre internacional, que a lo largo del siglo XX han pintado en nuestras islas, y nos han dejado su inmenso legado artístico. La Colección, actualmente integrada por 125 obras, nace en el contexto de la crisis social y económica iniciada durante el año 2008, la denominada Gran Recesión, a partir de un pequeño legado pictórico que deja el difunto Gaspar Sabater Rosselló (Esporles, Mallorca 1927-2015) y que ha ido ampliándose progresivamente mediante sucesivas adquisiciones.
La colección KAIROI ART, pretende ser una realidad viva, y abierta al público. Es fundamentalmente una realidad en construcción y en plena evolución, que no pretende abarcar el gran número de pintores y artistas que a lo largo del los siglos XIX y XX han pintado en las Islas Baleares; pero que no obstante, nace con el propósito de crecer e ir incorporando obra progresivamente, con el objetivo de convertirse en un referente, y sobre todo, en una colección representativa, al mismo tiempo que selectiva, de la pintura hecha en Baleares durante los dos últimos siglos.
La Colección, quiere ser también un homenaje, en primer lugar, a todas aquellas personas que no han podido elegir la vida que querían vivir; que víctimas de sus circunstancias personales, sociales y económicas, se han visto obligadas a vivir una vida que no pudieron elegir, y que en definitiva, no era la suya. En segundo lugar, quiere ser un homenaje a la belleza de nuestras islas, el testimonio de la cual ha quedado inmortalizado a través de la obra de los numerosos pintores, algunos renombrados, otros casi anónimos, que a lo largo de los siglos XIX y XX recalaron en las islas atraídos por su paisaje, y encontraron en nuestras islas tres elementos esenciales: la belleza de una naturaleza exuberante, la hospitalidad de una sociedad, y la libertad para poder crear. Gracias a todo ello, nos han dejado un inmenso patrimonio artístico, auténtico tesoro, el cual tenemos la obligación y el deber moral de salvaguardar, promover y transmitir a las generaciones futuras.