Gustavo 85 años

Homenaje de Kairoi Art – Digital Museum

Uno de los creadores más importantes del mundo de la plástica, no nacido en Mallorca, pero que ha desarrollado gran parte de su carrera y ha vivido durante muchos años en la isla, es Gustavo Peñalver, conocido artísticamente como Gustavo.
La biografía de este pequeño gran hombre, bien podría trasladarse a un guión para interpretar una interesante película, porque Gustavo le hizo de chofer al mismísimo Jimmy Hendrix, en los días en que estuvo de conciertos en Palma, ha compartido mesa con Woody Allen, con Danny de Vito, con Ángela Molina, entre otros.

Instalado en Son Turó – Capdepera desde hace años, es allí en su estudio donde desarrolla su trabajo y emerge su inspiración. Lo primero que me comenta al llegar a su estudio, es que ahora disfruta de pintar y haber hallado un nuevo sendero para expresarse con su lenguaje. Me muestra esas piezas a las que se refiere y efectivamente, sorprende que en su mismo estilo haya descubierto un perfil de sutileza en cada uno de sus elementos geométricos y haya eliminado volumen y por tanto peso a sus obras. Como si las hubiese liberado de parte del escenario y de la coreografía.

Gustavo Peñalver Vico nace en Cartagena el 11 de abril de 1939, tan solo diez después de que finalizase la Guerra Civil Española.

Siendo un niño y viendo a Leonor, su madre, con los pinceles y las telas y se interesó por la pintura. Por motivos familiares ella tuvo que marchar a Mallorca y Gustavo quedó en Cartagena con su abuelo. De su padre solo recuerda que a la edad de cuatro años, cogido de la mano de su abuela y una leve figura le decía adiós en el puerto.
En el año 1946 se traslada a la barriada de Son Españolet de Palma para encontrarse con su madre, añorando el cariño de sus abuelos.

Recuerda que a la edad de ocho o nueve años ya tomó la costumbre de ir con un cuaderno y una sillita plegable a la calle a caminar, hasta un lugar que le apetecía. Colocaba la silla y plasmaba imágenes cotidianas, casi siempre del centro de Palma. Hasta la edad de dieciséis años vivió con su madre. En ese tiempo comenzó a colaborar para el periódico Baleares con la sección; Dibujante en la calle, que dirigía Joan Bonet, escritor, articulista, pintor y padre de la cantante María del Mar Bonet.

A los diecisiete años se marchó a Barcelona y en los siguientes cinco años iba y venía de Paris, donde se instalaría de los veintidós a los veintitrés años. Luego se fue a Bélgica y seguía colaborando con el periódico, enviando sus dibujos y caricaturas, Joan Bonet agregaba la literatura.
Conoció a artistas como Xam, como Tarrasó que habitualmente se reunían en el Bar Riskal. Compartió amistad con el dibujante Pep Bover.

 

En sus primeras obras postimpresionistas se percibía una leve influencia de aquel movimiento denominado fovismo, pero del que nunca abusó. Sus ironías, su optimismo sobre colores planos ya emitía una fuerte personalidad de aquel joven pintor

Ha sido un enamorado de la pintura de Matisse al que nunca ha imitado. Siempre ha impedido que las influencias sobrepasaran los límites.

Una de sus aventuras más conocidas fue la que experimentó junto al ya fallecido, periodista y gran amigo, Miquel Vidal; Una vuelta a Mallorca en camello. Sesenta días y cuatrocientos kilómetros de una hazaña que comenzaría en la Plaza de Cort de Palma en enero de 1964.
Su trabajó le llevó a relacionarse con relevantes personajes de la época, como al humorista Miguel Gila, o al actor Toni Leblanc, o el cantante Adriano Celentano, o al humorista gráfico Chumy Chúmez y compartir espacios de redacción con Pere Serra, Pepe Tous, Pau Llull, Antonio Pizá, Joan Bonet y Miquel Vidal, entre otros.

Homenajeó a Federico Fellini y a Woody Allen con sendos trabajos relacionados con el cine de estos directores. Woody Allen le preguntó:
¿Dónde está Capdepera?, a lo que Gustavo respondió con ironía; – es el lugar dónde el pintor Gustavo va a tomar café.
En Capdepera, existe el Espai Gustavo, una galería en la que se exhiben piezas únicas y reproducciones, así como camisetas, tazas, postales y otros productos que muestran la literatura y la gestualidad orgánica del creador. En Cala Rajada, principalmente cerca del puerto hay obras del artista, colocadas estratégicamente en diferentes puntos.

Su obra la han comparado con el dadaísmo, con el surrealismo, con el pop art, alguna vez alguien se ha atrevido a dimensionar un expresionismo oculto, o un naif inconsciente. Lo cierto es que, Millwaukee, Berlín, Wisconsin y un sinfín de ciudades de todo el mundo han contemplado exposiciones de este artista, pintor y escultor y sus obras forman parte de colecciones particulares y museos.

Me permito acabar con un breve fragmento de un escrito que en cierta ocasión dediqué a su obra: Para analizar la obra de Gustavo, es imprescindible infiltrarse en la alquimia de sus cáusticos títulos, en los poros que deja entreabiertos en sus prolongaciones, sus mordaces críticas a las políticas ruines e indecorosas, sus enigmáticos ornamentos colocados con precisión inversa, su sarcasmo, sus figuras retóricas. Cada uno de ellos ofrece la posibilidad de lanzarse a sus aguas pantanosas. La voluptuosidad que vislumbran sus códigos endógenos son punzadas en el ánimo del pusilánime, embestidas a los iluminados y a los caraduras.

Ahora en su 85 aniversario, Kairoi Art – Digital Museum rinde reconocimiento a este maestro de la plástica.
Xisco Barceló – periodista