JOAN RIERA FERRARI: “ EL LENGUAJE DE LAS ROCAS “

Joan tuvo una infancia dolorosa y triste, pues con apenas 8 años perdió a su madre. Confiesa que no volvió a ser auténticamente feliz hasta que se mudó a Barcelona, con 20 años, para estudiar Bellas Artes en la Escuela Superior de Bellas Artes Sant Jordi.

Fue en Barcelona, en 1967, donde ganó sus primeros premios como pintor, y acabada la carrera regresó a Mallorca, y se instaló en Manacor. Se independizó económicamente, y llevó a cabo su primera exposición en la Galería Drac de Manacor, dedicándola a Federico García Lorca. Y muy poco después organizó su primera exposición internacional, en la Galería Charbonel de Helsinky.

Ya desde tan joven mostraría su espíritu pionero y rompedor, y por entonces trasladó su residencia a Cala d’Or, donde amplió su trayectoria artística, dedicándose a la arquitectura y la decoración. Riera Ferrari era también un gran defensor de los artistas jóvenes. Les abrió las puertas de su casa. Así ocurrió, por ejemplo, en 1974 cuando en su galería Picarol dio la oportunidad a Miquel Barceló para hacer su primera exposición.

En los años 70 desarrolló una serie pictórica sobre Ibiza, realizó varias exposiciones en Mallorca, y viajó por toda Europa, conociendo Venecia, ciudad a la que retornará sucesivamente y que será la inspiración de una importante serie de cuadros.

De la mano del importante marchante de arte Joan Oliver “Maneu”, con quien trabajó hasta 1990, ha participado en grandes ferias de arte internacionales, como ARCO en Madrid, y expuso en el Center de TV SPI de Berlín, en el Centro de Ciencias y Artes de Munich.

Tras los cuadros inspirados en Venecia, inició en 1988 una serie de Vells Vaixells, caracterizada por su gran riqueza cromática con la que representaba la agonía de barcos en decadencia. Ambas series constituyen el inicio de la reflexión del artista sobre el paso del tiempo destructor.

A mediados de los 90 el pintor sufre la pérdida de seres muy queridos,  no obstante, no deja de cumplir sus compromisos artísticos y sigue exponiendo en Barcelona, Madrid, Alemania, Santander y Pollença, y a finales de los 90 participará en la Feria Internacional de Arte Roma, en la primera Feria de Barcelona Art Expo, en Arte Sevilla, Arte Santander y Artexpo, y dona su obra  Mar i Roques, a Joan Antoni Samaranch para el fondo de arte del Museo del Comité Olímpico Internacional de Lausane (Suiza).Tras recibir el Premio Amics de l’Art, protagonizará una muestra para celebrar los 100 años l’Associació Cultural S’Agrícola de Manacor.

En el año 2000 inaugura la Galería Marimón en Can Picafort con una exposición colectiva, y participa en Art Expo con las galerías Ra del Rey, Gemma Gimeno y Gothsland. En 2002 protagoniza su primera exposición individual en Gothsland de Barcelona, y repasa toda su trayectoria artística en el Edificio s’Excorxador de Porreres, .En 2006 inaugura en la Galería Art Estació de Manacor una colectiva con Joan Bennàssar y Cristina Escape, y participa de forma monográfica en la feria de Arte Madrid por la Galería Marimón. En este año viaja de nuevo a Egipto y Grecia, países inspiradores para él durante el nuevo siglo.

En los últimos años, además de realizar varias exposiciones, y recibir el Premio Ramon Llull por su trayectoria artística, realiza en colaboración con la ONG Llevant en Marxa, una subasta de arte, A l’Auba, en beneficio de Etiopía, para la construcción de pozos de agua. Todas las obras subastadas eran de artistas reconocidos de la colección privada de Joan. A la fiesta acudió medio millar de personas y se recaudaron unos 120.000 euros. Este carácter solidario del artista se manifestará en nuevas subastas, y la revista In-Mediatika Magazine ha sido invitada a cubrir la próxima, que tuvo lugar a finales de junio.

Riera Ferrari se erige sin duda como uno de los pintores mallorquines más geniales, con  una fuerza y un torrente creador desbordante. Él llego a formular una semiótica muy personal con nuestras atávicas rocas y el azul intenso de nuestro mediterráneo. También abrió la brecha para concebir una nueva forma de trabajar y de hacer pintura con un sello tan personal como inimitable. Fruto de todo ello es pues su obra tan intensa, atractiva y personal, que no es más que la metáfora del gran dibujante que era para ser capaz captar todas las formas de la belleza.

Llorenç Femenies

PRESIDENT DE S’AGRÍCOLA DE MANACOR